La adolescencia es el periodo que nos sitúa entre la infancia que dejamos atrás y la edad adulta en la que nos embarcamos. En término generales, se tiende a aceptar la definición de madurez de Sigmund Freud, a saber: La capacidad de amar y trabajar.
En culturas menos sofisticadas, el adolescente es considerado como un adulto, preparado para asumir responsabilidades de trabajo, preparado para casarse tener hijos y educarlos. En sociedades más complejas como la nuestra el adolescente es considerado todavía un niño en la mayoría de los aspectos.
Ya vislumbra vagamente el adulto en que se va a convertir, al desarrollar nuevas proporciones corporales y al dedicarse más profundamente a las tareas que absorberán el resto de su vida: conseguir un afirme comprensión de sí mismo, encontrar y concentrarse en el trabajo de la propia vida y formar adecuadas relaciones intimas que tanto tienen que ver con la felicidad y el bienestar. Las tareas específicas varían a través de las etapas de la adolescencia, juventud, edad adulta y vejez pero siempre hay cuestiones por resolver.
Siempre existen más preguntas que respuestas. Y mientras seguimos buscando respuestas seguimos desarrollándonos.
Por todos los cambios físicos que comporta y por ser el anuncio de lo quesera la edad adulta, esta etapa marca el renacer del ser humano. El adolescente, transcurrida su pubertad parece tan diferente de cuando era niño. No hay nada sutil ni gradual es esta transformación. Tras el desarrollo paso a paso de la infancia los cambios en la adolescencia surgen como una tormenta repentina.
La totalidad de la forma corporal cambia de tal modo que parece ya un adulto, aunque sus capacidades intelectuales y sus emociones no se encuentran en el mismo nivel de madurez. Se ve diferente. Su vida está afectada por un nuevo ritmo que perdurara en las siguientes décadas.
Los adolescentes son poco a poco absorbidos por las preocupaciones adultas.
Este proceso se inicia con la pubescencia. En esta etapa de rápido crecimiento maduran las funciones reproductivas, los órganos sexuales y aparecen los caracteres sexuales secundarios (los que no están directamente relacionados con la reproducción: el desarrollo de los senos, del bello corporal y facial y los cambios en la voz). Tras dos años esta etapa finaliza en la pubertad, cuando el individuo es sexualmente maduro y capaz de reproducirse.
Aunque la edad media de la pubertad son los 12 años para la mujer y los 14 para el varón, existe un muy amplio margen de edades que pueden ser consideradas normales.
El final de la adolescencia es todavía más difícil de determinar, ya que está definido por factores psicológicos, sociales y legales, tales como la independencia, la elección de carrera, la capacidad de votar, el ingreso en el ejercito casarse o , como define un padre la edad adulta, “no pedir dinero en casa nunca mas “
La madurez cognitiva es la capacidad para pensar de forma abstracta, hecho que se alcanza ordinariamente durante la adolescencia. Los adolescentes pueden entonces pensar no solo en función de lo que observan en función de una situación concreta. Desde ese momento pueden imaginar una variedad infinita de posibilidades, pueden pensar en situaciones hipotéticas, considerar todos los aspectos de una situación y plantearse un problema intelectual de forma sistemática.
Según los estudios y teorías de Jean Piaget (1932) y Lawrence Kohlberg (1964, 1968), la manera en que los niños piensan acerca de los aspectos morales depende tanto de su nivel de desarrollo intelectual como de su carácter y educación. Definiendo el desarrollo moral como el desarrollo de un sentido individual de la justicia, Kohlberg ha centrado su estudio más en las ideas que tienen sobre la moralidad que en la manera de actuar.
Para medir esa ideas formulo una serie de dilemas morales, ¿Un hombre que no puede pagar un medicamento necesario para su esposa moribunda puede robarlo?, ¿Debería un medico facilitar la muerte a una persona que padece una enfermedad incurable y sufre terribles dolores? Y un sistema para evaluar las respuestas a ellos. Mediante seis etapas: Pre moral, la moralidad de la conformidad con el rol convencional, la moralidad de los principios morales auto aceptados, la orientación de la supervivencia individual, la bondad como auto sacrificio, la moralidad de la no violencia.
Gilligan contrasta la moralidad de Kohlberg sobre lo que es justo con su propia moralidad de responsabilidad a a través de dos relatos bíblicos. La moralidad abstracta, representada por la sexta etapa de Kohlberg, llevo a Abraham a estar dispuesto a sacrificar la vida de su hijo cuando Dios le pidió una prueba de su fe. Una moralidad centrada en la persona se refleja, según Gilligan, en la historia de la mujer que probo al rey Salomón que era la verdadera madre del niño cuando estuvo dispuesta a dar el niño a otra mujer antes que hacerle daño. Para alcanzar los más altos niveles de moralidad Gilligan considera que la justicia y la compasión deben ir unidas.
DESARROLLO SOCIAL Y DE LA PERSONALIDAD
La tarea más importante de un adolescente es la búsqueda de su identidad, resolver la cuestión “quién soy yo en realidad”. Esta cuestión no se resuelve plenamente en la adolescencia, si no que se repite a lo largo de toda la vida.
Los repentinos cambios temporales desconciertan a laos jóvenes y les hacen preguntarse qué personas han sido hasta ahora y en quienes se están convirtiendo.
El rol del trabajo destaca de forma importante en la concepción De Erickson del desarrollo en la adolescencia aunque casi lo ignora en la edad adulta. Se supone que los adolescentes están entrando en una fase en la que planifican de forma realista sus futuras profesiones, aunque algunos no relacionan bien su profesión con sus propios intereses.
Aunque está presente durante la adolescencia, la sexualidad todavía no constituye el interés principal de los jóvenes adolescentes sino que en niveles de interés generalmente esta situada por debajo del trabajo futuro, de la comprensión de otras personas incluso del deporte. Cuando el sexo se convierte en el principal interés generalmente lo es en el contexto de una relación aparentemente determinada más por la búsqueda de la identidad a través de otra persona que por la obtención de satisfacción física.